Un personaje al margen de la Física
Textos: Dr. Antonio Moreno González
Einstein, que fue un amante de la sabiduría, que no perdió la curiosidad nunca, insaciable ante el "hambre del alma" que consideraba el gran acicate para saber más y mejor, fue, para su desencanto tratado en muchas ocasiones como un mero espectáculo: recibió propuestas para anunciar los más variados productos utilizando su nombre y su imagen como reclamo, propuestas que sin ningún rubor le plantearon casas comerciales prestigiosas esperando sobornarle con suculentas gratificaciones económicas a costa de anunciar: Tónicos capilares, jabones, plumas estilográficas, pipas, chocolate, zapatos... Bastaba con que manifestara interés por algún producto para que las casas comerciales se lo obsequiaran a la vez que le solicitaban anunciarlo. Al cabo del tiempo, los comerciantes se han impuesto y puede encontrarse la cara o el nombre de Albert Einstein en infinidad de productos. Y no sólo eso, también su nombre figura en calles, edificios, colegios, universidades, hospitales, grupos de trabajo, clubes, parques concursos...
Nombre mítico, el suyo, e icónica su imagen, ambos asociados indisolublemente a la relatividad , palabra totémica que trascendió las lindes de su origen científico para convertirse en término emblemático de los movimientos trasgresores que removieron los cimientos de la sociedad a comienzos del siglo XX . "Todo es relativo" ha llegado a convertirse en una apostilla coloquial tan gratuita como falta de fundamento. La relatividad de Einstein, que él mismo se resistía a considerar como una "teoría", como tal etiquetada por Max Planck, es una teoría de los invariantes, es decir de lo que permanece inalterado en un fenómeno físico, en cierto modo puede ser considerada como una teoría de lo "absoluto".
Si bien fue y continúa siendo objeto de caricaturas, chistes, crucigramas, jeroglíficos y multitud de hechos, objetos y circunstancias que nada tiene que ver con él ni con sus trabajos, Einstein también se hizo acreedor de su fama por su conducta. Thomas Mann en carta a Rudolf Kayser, yerno de Einstein y autor de una biografía sobre él, escribe:
"Su fama casi mística en todo el mundo es algo muy peculiar a la vista del hecho de que tan poca gente entienda algo de sus logros, pero sin duda también su actitud moral y política forma parte con mucho del respeto que se le tiene"
Chistes relativistas
Taza de desayuno del pequeño Albert. ¡Quién le iba a decir que con el tiempo su imagen decoraría los objetos más diversos!
Anuncios con Einstein como reclamo
"Einstein encuentra a Monroe", dibujo de Quint Buchholz